Morelia: La CUL cumple amenazas y queman patrulla
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Bajo la mirada indiferente de las autoridades, luego de 12 horas de amenazas y para demostrar quién era el que llevaba la pauta en las negociaciones del cumplimiento de un pliego petitorio, finalmente los miembros de la Coordinadora Universitaria en Lucha (CUL) cumplieron, quemaron la primera unidad oficial. Aún tienen, desde hace 10 días, ocho vehículos más consigo.
Desde las 06:30 horas de ayer los miembros de la CUL secuestraron el primer cuadro de la ciudad, la avenida Madero, desde Cuautla hasta Belisario Domínguez. Con botes, sillas, bancas y letreros contra la privatización del petróleo, subsidios al maíz y hasta de apoyo al STASPE, impidieron el tránsito vehicular.
De la casa del estudiante Nicolaita, a empujones fue sacada la patrulla de Seguridad Pública, número económico 114, los integrantes de la CUL la colocaron justo en la avenida Madero, entre la Biblioteca Pública y la casa que los alberga.
Casi a las ocho de la mañana, luego de una hora y media de afectaciones a la vialidad para los ciudadanos, los integrantes de la CUL fueron llamados a negociar ante un representante de gobernación y uno más de rectoría de la UMSNH, la cita sería una hora después, en las instalaciones del teatro Samuel Ramos.
Mientras tanto, en las calles, los estudiantes aprovechaban el tiempo en espera de que sus líderes les dieran una nueva encomienda, jugaron cascaritas, hubo encuentros amistosos en la avenida Madero y otro más en Humbolt; algunos disfrutaron las primeras horas del día charlando con los amigos, o fumando mariguana, no faltó quien piropeara a las jóvenes y los que se mofan de todo, insultando a turistas, ancianos, mendigos y retando a la autoridad.
Poco después de las 10:00 horas, cuando la negociación iniciaba en el teatro Samuel Ramos, salieron a la azotea de la casa del estudiante Nicolaita un grupo de jóvenes encapuchados, alzaban en sus manos botellas de vidrio llenas de gasolina, de las conocidas como Molotov.
Instantes después comenzaron a lanzarlas a la vía pública, a un costado de la patrulla, vía celular se presionaba a la mesa de negociación que estaban a punto de quemar el vehículo, querían respuesta, que les dieran 14 unidades para poder difundir al movimiento y atraer a Morelia, a la Universidad Michoacana, a más compañeros, pues el artículo tercero de la constitución, consideran, explica que la educación debe ser gratuita.
No había respuesta hasta la una de la tarde, ya para ese momento habían sido “explotadas” cerca de la patrulla, ocho bombas molotov; luego vino la comida, frente a la casa del estudiante se estacionó una camioneta, marca Nissan, doble cabina, modelo reciente, de la cual bajaron contenedores de plástico, en su interior había comida, quién sabe quién la mandaba.
Mario Bautista, Director de Seguridad Pública del Estado declaró que no podían hacer nada, que no había instrucción para desalojar las calles y que los jóvenes estaban tranquilos, negociando.
Pese a que la negociación no concluía, el primer cuadro de la ciudad continuó bloqueado, pero no hubo más provocaciones, hasta la tarde, cuando después de las 17:00 horas un sujeto, en visible estado de ebriedad, trepó a la patrulla.
Más de alguno pensó que se trataba de algún líder del movimiento, con filosofía socialista hablaba de la equidad y de la desigualdad, de un discurso de porqué diferenciar en “tú y yo, si todos somos iguales”; apenas se inspiraba el muchacho aquel, de vestimenta informal, pero emocionado con su disertación, cuando salieron del interior de la casa Nicolaita al menos 30 estudiantes, lo obligaron a bajarse, no era de ellos.
Entonces, minutos antes de as 18:00 horas una turba de jóvenes roció la unidad con gasolina, luego uno de ellos arrojó un cerillo al vehículo, en segundos la unidad se vio envuelta en llamas; desafortunadamente para el pirómano, quien desconocía los principios básicos de química, el fuego provocó una explosión al reaccionar con la gasolina, la cual lo alcanzó a él y a otro cómplice, resultando ambos con quemaduras de primer y segundo grado en brazos, tórax y cara.
Alguien del interior de la casa, llamó a los cuerpos de auxilio, pero por temor a actos vandálicos, los rescatistas dudaron en ir a prestar auxilio, la situación estaba tensa. Casi una hora después, los paramédicos de la Cruz Roja arribaron, pero no convencieron a los jóvenes de ser llevados a recibir atención médica, para no ser castigados prefirieron seguir escondidos entre la turba, doliéndose de sus quemaduras.
Ciudadanos cuestionaron la nula presencia policial, las cinco llantas del vehículo (incluyendo la de refacción), explotaron y la patrulla se redujo a cenizas, nadie dijo nada, los jóvenes reían, seguían burlándose de la autoridad, “ya quemen la otra”, azuzaban a la ley, quienes a una cuadra de distancia observaban impotentes, pues la orden superior no era dada, “que sigue el diálogo”, explicaba Mario Bautista, ante las decenas de reporteros que pedían una explicación “¿por qué benévolos ante esos actos vandálicos?”.
La neta que maricones los disque estudiantes, ahi están exigiendo, no van a clases y se tapan la cara, que jotos son...
Desde las 06:30 horas de ayer los miembros de la CUL secuestraron el primer cuadro de la ciudad, la avenida Madero, desde Cuautla hasta Belisario Domínguez. Con botes, sillas, bancas y letreros contra la privatización del petróleo, subsidios al maíz y hasta de apoyo al STASPE, impidieron el tránsito vehicular.
De la casa del estudiante Nicolaita, a empujones fue sacada la patrulla de Seguridad Pública, número económico 114, los integrantes de la CUL la colocaron justo en la avenida Madero, entre la Biblioteca Pública y la casa que los alberga.
Casi a las ocho de la mañana, luego de una hora y media de afectaciones a la vialidad para los ciudadanos, los integrantes de la CUL fueron llamados a negociar ante un representante de gobernación y uno más de rectoría de la UMSNH, la cita sería una hora después, en las instalaciones del teatro Samuel Ramos.
Mientras tanto, en las calles, los estudiantes aprovechaban el tiempo en espera de que sus líderes les dieran una nueva encomienda, jugaron cascaritas, hubo encuentros amistosos en la avenida Madero y otro más en Humbolt; algunos disfrutaron las primeras horas del día charlando con los amigos, o fumando mariguana, no faltó quien piropeara a las jóvenes y los que se mofan de todo, insultando a turistas, ancianos, mendigos y retando a la autoridad.
Poco después de las 10:00 horas, cuando la negociación iniciaba en el teatro Samuel Ramos, salieron a la azotea de la casa del estudiante Nicolaita un grupo de jóvenes encapuchados, alzaban en sus manos botellas de vidrio llenas de gasolina, de las conocidas como Molotov.
Instantes después comenzaron a lanzarlas a la vía pública, a un costado de la patrulla, vía celular se presionaba a la mesa de negociación que estaban a punto de quemar el vehículo, querían respuesta, que les dieran 14 unidades para poder difundir al movimiento y atraer a Morelia, a la Universidad Michoacana, a más compañeros, pues el artículo tercero de la constitución, consideran, explica que la educación debe ser gratuita.
No había respuesta hasta la una de la tarde, ya para ese momento habían sido “explotadas” cerca de la patrulla, ocho bombas molotov; luego vino la comida, frente a la casa del estudiante se estacionó una camioneta, marca Nissan, doble cabina, modelo reciente, de la cual bajaron contenedores de plástico, en su interior había comida, quién sabe quién la mandaba.
Mario Bautista, Director de Seguridad Pública del Estado declaró que no podían hacer nada, que no había instrucción para desalojar las calles y que los jóvenes estaban tranquilos, negociando.
Pese a que la negociación no concluía, el primer cuadro de la ciudad continuó bloqueado, pero no hubo más provocaciones, hasta la tarde, cuando después de las 17:00 horas un sujeto, en visible estado de ebriedad, trepó a la patrulla.
Más de alguno pensó que se trataba de algún líder del movimiento, con filosofía socialista hablaba de la equidad y de la desigualdad, de un discurso de porqué diferenciar en “tú y yo, si todos somos iguales”; apenas se inspiraba el muchacho aquel, de vestimenta informal, pero emocionado con su disertación, cuando salieron del interior de la casa Nicolaita al menos 30 estudiantes, lo obligaron a bajarse, no era de ellos.
Entonces, minutos antes de as 18:00 horas una turba de jóvenes roció la unidad con gasolina, luego uno de ellos arrojó un cerillo al vehículo, en segundos la unidad se vio envuelta en llamas; desafortunadamente para el pirómano, quien desconocía los principios básicos de química, el fuego provocó una explosión al reaccionar con la gasolina, la cual lo alcanzó a él y a otro cómplice, resultando ambos con quemaduras de primer y segundo grado en brazos, tórax y cara.
Alguien del interior de la casa, llamó a los cuerpos de auxilio, pero por temor a actos vandálicos, los rescatistas dudaron en ir a prestar auxilio, la situación estaba tensa. Casi una hora después, los paramédicos de la Cruz Roja arribaron, pero no convencieron a los jóvenes de ser llevados a recibir atención médica, para no ser castigados prefirieron seguir escondidos entre la turba, doliéndose de sus quemaduras.
Ciudadanos cuestionaron la nula presencia policial, las cinco llantas del vehículo (incluyendo la de refacción), explotaron y la patrulla se redujo a cenizas, nadie dijo nada, los jóvenes reían, seguían burlándose de la autoridad, “ya quemen la otra”, azuzaban a la ley, quienes a una cuadra de distancia observaban impotentes, pues la orden superior no era dada, “que sigue el diálogo”, explicaba Mario Bautista, ante las decenas de reporteros que pedían una explicación “¿por qué benévolos ante esos actos vandálicos?”.
La neta que maricones los disque estudiantes, ahi están exigiendo, no van a clases y se tapan la cara, que jotos son...
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